Tendeñera con esquí de montaña 

Panticosa. Valle de Tena. Ascensión desde la Ripera

Partimos del solitario paraje de La Ripera, una vez obtenido el pertinente permiso en el Ayuntamiento de Panticosa, así como la llave de la barrera. Tenemos suerte y la pista está limpia hasta el refugio del Cantal, una vez cruzado el barranco de La Ripera. Además, aún queda nieve en la pista y apenas hay porteo con esquís. Esto cambiará en pocos días, aunque aún queda mucha nieve.

Aunque hay mucha nieve, va desapareciendo a pasos agigantados. Para empezar, los barrancos ya están más descubiertos y cuesta encontrar un lugar para cruzarlos. Primero porque la nieve se ha retirado y ya no los cubre y hay que buscar algún puente de nieve que aún aguante. Segundo, porque los barrancos bajan muy fuertes del deshielo y se hace complicado cruzarlos. Aún así conseguimos el primer objetivo, cruzar el barranco para subir hacia la gran cascada que domina el valle, el salto Tendeñera. En pocas diagonales nos plantamos en el Fajón de las Flores de Nieve y entramos en el cauce del Barranco de Tendeñera. Al llegar al refugio junto al barranco volvemos a cruzar para ascender suaves lomas en dirección sur.

Vamos ganando altura a la vez que nos dirigimos al este, hasta llegar muy cerca del ibón de Tendeñera. Ya estamos bajo la montaña, nuestro destino. Ahora hay que rodearla así que cambiamos de ladera para encarar la única cara esquiable, la noreste, en dos tramos separados por una gran llanura. La nieve es blanda y no es cómoda la subida, pero poco a poco lo logramos. Pero no todo es de color de rosa. Las nubes llegan y nos tapan la cumbre. Dos esquiadores desisten de la cumbre al ver la niebla, pero nosotros continuamos a ver si la suerte nos aclara el día. El paso de Tendeñera se hace bien, ya que la nieve está blanda y no hay cornisas. Y en un momento llegamos a la cumbre que al final no se despeja.

Como vemos que no va a aclarar volvemos por nuestros pasos a por los esquís para disfrutar de un descenso estupendo. Iremos a buscar otro descenso hacia el rincón del verde. Se trata de un corredor cuyo mayor problema es acceder a él desde arriba, ya que hay cornisas y el comienzo es muy vertical. Descendemos a pie unos metros para calzar los esquís en un lugar seguro y así poder disfrutar del tubo. Este lugar es impresionante, solitario y único. Uno de los rincones más pintorescos del Pirineo Aragonés. Se llama el Rincón del Verde.

Es un estupendo colofón final de este día de esquí de travesía en Tendeñera. Descender por el Rincón del Verde sorteando los restos de avalanchas y con una nieve estupenda. Sólo queda intentar no perder demasiada altura con la emoción para ir a buscar de nuevo la pista no sin antes intentar cruzar un par de barrancos. Descendemos esquiando por la poca nieve que queda en la pista casi hasta el refugio con una sonrisa y un bonito recuerdo de este día.

Finalizamos abril con esta espectacular ruta, el ascenso a Tendeñera con esquís de montaña.