Material indispensable y recomendado para el descenso de barrancos

Descenso de barrancos o barranquismo

El barranquismo es una disciplina con con características y técnicas que han ido evolucionando y aunque empezó siendo una variante de la espeleología, hoy día es una actividad con su propia idiosincrasia. Nos encontramos en un medio cambiante y con necesidades de equipamiento muy específicas. Aquí intentaremos hacer un listado de lo indispensable y lo recomendable para entrar en un barranco.

Medio cambiante

El descenso de barrancos puede ser una actividad fácil y divertida cuando se eligen los descensos adecuados, o convertirse en una pesadilla mortal si no elegimos bien. Un barranco puede pasar de tener un caudal bajo y sin peligro, a llevar una gran carga de agua. O, al contrario, pasar de ser un descenso impracticable a sufrir estiaje. Con estas variables, el material necesario, ya para empezar, va a ser muy dependiente de las condiciones que vayamos a encontrar.

Experiencia y técnica

Hay una cierta percepción de que esta actividad es técnicamente fácil ya que "solo" requiere saber rapelar. Esto solo es cierto en contados barrancos y en condiciones particulares, siendo también necesario conocer maniobras específicas de cuerda cuando el barranco se complica (rápel guiado, pasamanos, fraccionamientos, etc), así como saber interpretar los movimientos de agua y otros peligros (rebufos, drosages, sifones, etc).

Ya pasó la época en la que nos metíamos a un barranco con nuestro material «sobrante» de cualquier otra disciplina de montaña: esas botas viejas, un arnés de escalada que ya no usamos, las cuerdas antiguas de escalada, el casco de kayak o bici, o el viejo casco de alpinismo que ya hemos retirado, esos mosquetones ya gastados del uso, la vieja mochila de tela que ya no da más de sí…

Afortunadamente hoy en día tenemos gran variedad de material específico para el descenso de barrancos. El problema es que con todo lo dicho, es difícil recomendar un material único para todo tipo de barrancos. El material y las características del mismo van a variar según el descenso a afrontar. Incluso en un mismo descenso, según las condiciones del mismo, también deberemos valorar portear un material u otro. Sin embargo, tenemos claro el material básico necesario para esta actividad. La equipación imprescindible para afrontar un descenso de barrancos es:

Traje de neopreno

El neopreno es un material ya usado hace un siglo, con unas propiedades muy específicas: Es flexible, resiste la torsión y no se degrada con el sol, el calor, ni los agentes químicos.

El traje de neopreno funciona de manera que permite la entrada de una fina capa de agua que el cuerpo calienta instantáneamente y que nos aísla. Cuanto más ajustado llevemos el traje de neopreno, menos agua tendremos que calentar, y la renovación de la misma será menor, con lo que será más efectivo.

Calzado específico

En el barranquismo, el calzado es una de las partes del equipamiento que más descuidamos. Cierto es que para descensos esporádicos no merece la pena desembolsar tal cantidad de euros en un calzado específico y si nuestro calzado de montaña tiene suela de cierta calidad, podemos afrontar el descenso con ciertas garantías, pero no por ello dejaremos de recomendar el calzado específico para barrancos. Es el que nos va a dar seguridad en todo momento ante las diversas condiciones que encontraremos (roca pulida y mojada, humedad, musgo, barro, tierra). Recordad también que muchos accidentes en barrancos se deben a resbalones.

Y aunque la suela es importante, toda la bota diseñada para el barranquismo está diseñada para protegernos de ese medio. Protege el tobillo y permite movilidad movernos con cierta soltura por el barranco.

Mochila para barranquismo

También es frecuente pensar que cualquier mochila nos puede servir para el descenso de barrancos. Por un lado, la mochila nos ayuda a portear el material (como cualquier mochila) pero en un barranco acuático, puede convertirse en nuestro enemigo si no está bien diseñada.

Lo ideal es llevar una mochila resistente y específica para el barranquismo, en las que su principal cualidad es el drenaje. Es decir, que tenga perforaciones en fondo y laterales que evacuen el agua.

Bolsa o bidón estanco

Con este material se garantiza (siempre que se use adecuadamente) que no se nos moje el material que no se puede mojar (móvil, llaves, botiquín, etc). Nos suple, además, de otra cualidad: nos va a facilitar la flotabilidad de la mochila en caso de barrancos muy acuáticos.

El volumen más usado es el bidón estanco de 6 litros. En verano, con un bidón de 3 litros y medio tenemos espacio suficiente para botiquín, llaves, móvil y algo de comida. Sabed, en cualquier caso, que existen bidones estancos de 15 litros o incluso mayores capacidades.

Arnés de barrancos

El arnés de barrancos es otro de los menospreciados en el barranquismo. Así como el calzado, los practicantes esporádicos prefieren usar un arnés viejo de escalada. Eso nos puede poner en peligro. ¿Qué tienen los arneses de barrancos? Punto de anclaje elevado y reforzado, para maniobras en las que estemos colgados mucho tiempo o bajo cascadas de agua. Cintura y perneras amplias. Muy bien reforzados contra los roces. Fundamentales las «culeras», en la mayoría de ocasiones desmontables.

Casco

Aún a día de hoy vemos barranquistas que acometen un descenso sin casco. No vamos a valorar esa acción. El casco no solo es importante por lo que nos pueda caer de arriba arrastrado por la corriente o lanzado por un animal o persona, sino también por las posibles lesiones que podemos sufrir ante patinazos, traspiés o caídas en un medio con el suelo tan irregular y resbaladizo como es el cauce mojado de un barranco. Los cascos de otras disciplinas como ciclismo o aguas bravas no están aconsejados para el descenso de barrancos, ya que en estos casos impera la protección contra golpes, contra la caída de objetos y la ligereza.

Descensor, cabos de anclaje y mosquetones

El descensor tipo ocho sigue siendo el que mejor resultado da en los barrancos. La facilidad y rapidez a la hora de colocar la cuerda y la posibilidad de pasar la cuerda sin sacar el descensor del mosquetón (evitando el riesgo de pérdida del mismo) hace del ocho el descensor por antonomasia de los barrancos. Obligatorio llevar uno de repuesto.

El cabo doble de anclaje es otro indispensable. Muy recomendable que uno de los cabos de anclaje (si no ambos) sea regulable para poder elegir nuestra distancia más cómoda a la reunión para realizar maniobras.

Los mosquetones serán de rosca preferiblemente, de tipo HMS para el descensor y nudo dinámico, así como extras según las maniobras que vayamos a realizar.

Cuerdas

Otro gran clásico en los barrancos es ver a escaladores con sus viejas cuerdas de escalada deshilachadas (dinámicas) afrontando un descenso. Aunque las cuerdas dinámicas pueden resultar útiles a la hora de asegurar a un compañero, el uso de cuerdas dinámicas para rapelar en barrancos está totalmente desaconsejado. Ideal es usar cuerdas semiestáticas para el descenso de barrancos. Las medidas mas usuales son de 9 y 10 milímetros.

Otro material recomendado

Aquí no acaba la lista, que puede llegar a ser interminable. Otro material que recomendamos para afrontar un descenso puede ser: botiquín (para el grupo, no hace falta llevar uno cada integrante), manta térmica, navaja, silbato, alimentación y bebida, material de equipamiento (desde chapas, cordinos maillones, etc hasta incluso taladro y brocas para instalar parabolts), material de repuesto (ochos, mosquetones), guantes, cámara de fotos (¿a quién no le gusta disfrutar en casa de ese estupendo descenso?).