Descenso de barrancos junto al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Barranco de Lapazosa, desde Bujaruelo
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es espectacular en verano y en invierno. En esta ocasión nos iremos a descender el Barranco de Lapazosa, alimentado por el ibón del mismo nombre. Se trata de un barranco típico de alta montaña, con un tramo inicial más cerrado y, tras un caos de bloques dentro del bosque, un tramo más abierto pero de gran desnivel.
El barranco de Lapazosa es bastante vertical, especialmente en su tramo final, y bien configurado con tres tramos diferenciados. Una primera parte más encajada con varios saltos opcionales de considerable altura, toboganes y rápeles. La segunda, un tramo de grandes bloques de piedra que iremos sorteando por el bosque, y el tercero, más abierto, al terminar el caos de rocas, cuyo principal aliciente es una gran cascada al más puro estilo de torrente pirenaico y con unas inigualables panorámicas del Valle de Bujaruelo.
Varios rápeles se pueden saltar, dándole un carácter más lúdico (si es que te atreves a saltarlos, claro). Es imprescindible dominar la técnica del rápel, ya que nos encontramos con un barranco de 16 rápeles.
Aproximación: para llegar al barranco de Lapazosa, cruzaremos el río Ara por el puente de piedra en San Nicolás de Bujaruelo dirigiéndonos hacia el puerto de Bujaruelo por un sendero que sube sin descanso. Al llegar a un desvío marcado como ibón de Bernatuara, tomaremos ese sendero, que cruza el mismo barranco de Lapazosa, donde ya entraremos al cauce. La aproximación se hace en unos 45 minutos.
La primera parte, como hemos dicho, es más encañonada, estética y deportiva con varios rápeles cortos pero delicados con gran caudal de agua. Además, si las pozas no están colmatadas de grava varios de estos rápeles se pueden saltar, e incluso hacer tobogán.
Tras el caos de bloques gigantes, tenemos la parte más abierta, entre bosques de abetos, y las rampas finales, donde veremos el fondo del valle. Aquí tenemos los dos grandes rápeles de 35 metros.
Como curiosidad, en el barranco de Lapazosa tenemos una marmita-trampa de unos 4m de profundidad que, con caudal suficiente, pasa totalmente desapercibida, pero si el estiaje ya es grande, nos puede dar algún problema para salir de ella.
Una vez terminado el último rápel, un pequeño resalte muy resbaladizo (como casi todo el barranco) de unos 8 metros, no hay más que seguir por el cauce unos minutos para terminar en un puente metálico del sendero que nos llevará en pocos minutos de nuevo al aparcamiento de Bujaruelo.
¿Quieres más información o contratarnos para descenso de barrancos nivel 3?