Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Rutas con raquetas de nieve en el Pirineo Aragonés y Ordesa
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es un entorno espectacular en verano y en invierno. Cuando la nieve cubre los valles, una de las formas más populares de caminar sobre el manto son las raquetas de nieve. Aptas para todos los públicos, nos facilitan la progresión sobre la nieve en los bosques y suaves laderas de las montañas cercanas al Parque Nacional.
Pero también podemos pasear sobre la nieve en cualquier parte nevada del Pirineo Aragonés. Desde el Valle de Hecho-Ansó hasta Benasque-Cerler, pasando por el Valle del Aragón (Canfranc), Valle de Tena (Biescas, Sallent de Gállego, Formigal, Portalet, Panticosa) y Sobrarbe-Valle del Cinca (Bielsa, Chistau y Plan). Sólo necesitamos ganas, raquetas y bastones. Y, por supuesto, nieve.
Si nos gusta disfrutar de la naturaleza a través del senderismo, en invierno, debido a la nieve, tenemos que ayudarnos de las raquetas de nieve, pues es complicado y agotador caminar ya que, a cada paso, nuestros pies se hunden. Realizar rutas de senderismo con raquetas de nieve es estupendo para aquellos excursionistas que no quieren dejar de disfrutar de su actividad favorita durante el invierno.
Las raquetas de nieve son ideales para poder caminar sobre la nieve. Con ellas, lo que conseguimos es hundirnos muchísimo menos en la nieve, con lo que cada paso se vuelve más ligero y nos resulta menos agotador.
Cuando el Parque Nacional está cerrado por previsión de algún peligro inherente al invierno y la nieve, podemos realizar la excursión con raquetas de nieve en numerosos lugares cercanos a Torla-Ordesa. Según la cantidad de nieve podemos desplazarnos a Broto, Linás de Broto o Cotefablo para realizar rutas con raquetas de nieve en un entorno seguro y a salvo de los vientos del norte.
Además, cuando llegamos al Puerto de Cotefablo, tenemos unas vistas increibles de las montañas cercanas y del mismo Parque Nacional de Ordesa, así como las llanuras cercanas a Linás de Broto.
Andar con raquetas es relativamente sencillo. Lo único que hay que tener en cuenta es separar los pies un poco más de lo habitual pues, si pisamos una raqueta con la otra nos podemos tropezar. También tienen un modo para caminar cuesta arriba o para descender, que nos bloquea el talón o lo deja libre.
Pisar con cierta firmeza nos ayuda a ganar estabilidad. Cuando estemos subiendo pendientes algo más pronunciadas, hay que intentar que la suela completa de la raqueta esté en contacto con el suelo. La raqueta, además, tiene unos pinchos en la suela que hacen que agarre mejor en nieve dura. También tenemos la posibilidad de poner un alza que nos ayuda en las subidas para tener más punto de apoyo.
Cuando nos toque descender, será más fácil si todo el peso lo dejamos sobre los talones y nos inclinamos hacia delante flexionando ligeramente las rodillas, esta vez con el talón fijado (sin alza) y con decisión.
Nos ayudaremos, además, de bastones para caminar y mantener el equilibrio, así como para ayudarnos en el avance tanto subiendo como descendiendo.
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