Esquí de montaña en el Pirineo Aragonés
Pico Sanchacollons
Solitaria zona, cuyo precio a pagar es la aproximación, que da un poco de pereza. Pero merece la pena el esfuerzo de subir al Pico Sanchacollons desde La Sarra
Esquí de montaña en el Pirineo Aragonés
Pico Sanchacollons desde La Sarra (Sallent de Gállego)
Partimos desde el embalse para ascender el Pico Sanchacollons desde La Sarra, tomando la pista que sale junto a la misma presa. Hay que andar un buen rato, porque aunque la pista tiene nieve casi desde el principio, es demasiado larga para subirla y atajamos por los senderos que en poco tiempo nos elevan hasta la Majada del Cambillón, a unos 1800 m de altitud. Allí ya con seguridad podemos calzar esquís.
Un poco antes de la Majada, nos despistamos un poco por el bosque, perdiendo unos minutos buscando el mejor recorrido sin emboscarnos. Pero en seguida estamos de nuevo en ruta. Superamos la pendiente evitando así las revueltas de la pista para acceder al último tramo de pista que nos «traslada» de valle, pasándonos de la vaguada del Pui Arcol, a la del Musales y Sacha Collons en una horizontal que ya está barrida por un par de restos de coladas, avalanchas producidas por el calor primaveral.
Una vez pasada la presa para-aludes, seguimos buscando pendientes suaves, en la vaguada del barranco de Sanchacollons, pero lo dejamos a nuestra izquierda para dirigirnos hacia La Cubetilla, por donde ascenderemos. Esta zona será especialmente calurosa, aunque una pequeña brisa nos refresca. Con paciencia, aguantando el calor, vamos haciendo zetas, poco a poco, y ganando altura. Valoramos dos opciones, porque vemos que hay que cruzar la pala con peligro de avalancha: ir al collado o paso de la cubetilla, y de ahí directos a la cumbre (por la arista), que parece más seguro en cuanto a avalanchas, pero obliga a calzar crampones, o cruzar (en protocolo) la gran pala, con cuidado y de uno en uno, para pasar a la otra vertiente y ganar la cumbre con esquís. Elegimos esta segunda opción.
Una vez pasado el tramo problemático, seguimos ascendiendo con unas vistas que quitan el hipo. El Pirineo Aragonés más nevado que nunca, en abril. En un día espléndido, como pocos esta temporada de tan mal tiempo. Seguimos haciendo zetas, subiendo poco a poco, hasta que llegamos a la cumbre y disfrutamos de las vistas, de las risas con los compañeros, y nos preparamos para un descenso glorioso por la pala directa que nos llevará de nuevo al fondo del valle de La Cubetilla.
Quitamos focas y descendemos disfrutando de la nieve, aunque está cambiante. Tiramos alguna pequeña colada que nos sigue, pero sin más importancia, porque son pequeñas. El sol aún no ha trabajado suficiente en la nieve y se mantiene estable aunque la pendiente es importante en esta cara de la montaña. Una vez en el fondo del valle seguimos la vaguada y vamos buscando atajos hasta el paso horizontal de la pista, donde es inevitable hacerlo y remar un poco para pasarnos de nuevo a la Majada del Cambillón. Aquí abajo (ya a unos 2000 m) la nieve empieza a estar mucho más blanda e incluso pillamos alguna piedra. Un tramo de bosque para buscar la pista y aquí a elegir, entre atajar andando o seguir por la pista esquiando y salvando tramos sin nieve. Estupenda jornada y estupendo pico.
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