Gran ruta de primavera de esquí de montaña. Este año se nos va la nieve un mes antes de lo habitual.
Salimos de la Besurta un poco más tarde de lo previsto por culpa de la ligera lluvia con que amanecemos, así que empezamos ya con mucha luz. Una parte del grupo de hoy nos acompañarán hasta el Pico Cordier. La gran mayoría de la gente se dirige al Portillón Superior, rumbo al Aneto. Otro importante número de personas ascenderán a la Maladeta por el collado de la Rimaya.
Llegamos hasta la base del Cordier, donde descalzamos esquís en el escalón poco antes de la cumbre. Tras superar el mismo volvemos a calzar esquís, aunque otra parte del grupo seguirá con crampones. En la cima contemplamos un mar de nubes que nos rodea. Además, la cumbre ha estado tapada casi toda la mañana, pero hemos tenido suerte y ha despejado un poco antes de llegar nosotros. Mucho frío en la cima.
Momentos de alegría en la cima, donde una parte del grupo regresará de nuevo a la Besurta. El resto seguiremos la circular, rodeando las Maladetas. Bajamos esquiando hacia Cregüeña. Muy buena nieve, dura y rápida, permitiendo el largo flanqueo hasta situarnos casi debajo del collado de Cregüeña-Aragüells, que subiremos rápidamente.
Una vez en el collado, vistas a Coronas y al Aneto, que se tapará la mayor parte del tiempo. Descendemos esquiando al ibón alto de Coronas, con la nieve de sur, muy pesada, donde pondremos pieles de nuevo para subir hacia el Estasen.
En la base del corredor Estasen dudamos porque se cubre mucho y apenas hay visibilidad, pero en un pequeño claro donde vemos el sol, los ibones de Coronas y todo el corredor, nos animamos a subir. Apuramos con esquís todo lo que podemos, preparamos los crampones e iniciamos la rampa en penosas condiciones (nieve blanda, sin huella) del corredor.
Llegamos al final del corredor Estasen y en pocos minutos nos reunimos todos en el collado. A partir de ahí, gracias a la nieve caída recientemente, la subida de los escasos 70 metros de desnivel al Aneto se hacen por nieve cómodamente. Llegamos a la cima del Aneto, tras muchas horas de esfuerzo. Ya no hay nadie en la cima, aunque vendrá un grupo más tarde. El paso de Mahoma se hace bien gracias a la nieve que hay. En la antecima, quitamos crampones, ponemos esquís y emprendemos el descenso al principio entre la nube, sin visibilidad, pero luego, una vez pasada la niebla, ya se ve algo y podemos adivinar el relieve de la nieve. Pasaremos esta vez por el Portillón inferior para descender a La Renclusa y de nuevo a la Besurta.