Ascensión a Pelopín, todo un clásico del esquí de travesía, y también muy asequible su ascensión con raquetas de nieve. Partimos del túnel de Cotefablo, por pista cómoda. Podemos atajar un poco si la nieve nos deja y así llegamos al Puerto de Cotefablo, donde enfilamos ya la ascensión propiamente dicha. Llegaremos a Peña Ronata y de ahí un pequeño descenso para subir definitivamente al Pelopín.
Lo que tiene de especial este pico son sus vistas de Ordesa, y de parte del Sobrepuerto y el pueblo abandonado de Otal. Si nos quedan fuerzas podemos descender los 500m que nos separan del pueblo, aunque tanto el descenso como el posterior ascenso se hacen duros con la nieve, y hay que estar en forma.
El descenso con esquís o raquetas de nieve se hace difícil porque hay que sortear numerosos muros de piedra (bancales), restos de los antiguos campos que usaban los habitantes del pueblo como huertos o pastos. Cuando llegamos, al fin al pueblo de Otal, el paisaje es desolador. Un pueblo tan grande prácticamente derruido. Todas las casas caídas y las calles llenas de nieve. Entrando por sus calles podemos llegar a imaginarnos cómo era la vida en estos lugares hace 100 años. Lo más triste es contemplar la iglesia, única en su género, y que se ha dejado caer.
El pueblo de Otal también se puede visitar en primavera u otoño, siendo una excursión excepcional, con alto valor cultural e histórico.