En el Pirineo Aragonés, Guara y el resto de la Comunidad de Aragón, el guía de barranquismo debe poseer la titulación de técnico deportivo de descenso de barrancos o una acreditación similar expedida por el Gobierno de Aragón. Pero ser un guía de barrancos y montaña es más que un título y que le guste la montaña y los barrancos. Aquí te contamos todo lo que no ves, y que hace un guía de Casteret guías de montaña y barrancos.
- Cada día, tras una dura jornada, revisan el material de seguridad, limpian y ordenan los neoprenos para que todo esté listo para su uso el día siguiente.
- Sólo con que les digas tu peso y altura, pueden ser capaces de saber tu talla de neopreno.
- Son «expertos» psicólogos. Durante el reparto de material, o de camino, y antes de entrar al barranco, hablan con contigo, o te hacen preguntas como «¿habéis hecho antes barrancos?» «¿conocéis la zona?» pueden averiguar quién tiene más miedo, o quién es el más «valiente» del grupo.
- Conocen la meteorología local. No son expertos meteorólogos, pero saben que los de la tele, aunque tienen mucha más información para poder elaborar las previsiones, las hacen de forma muy general y sobre todo orientadas a zonas muy pobladas (las capitales y las pistas de esquí). Y van y nos colocan el símbolo de nieve o lluvia en todo el Pirineo, cuando muchas veces no es así, y no diferencian la cara norte y sur del Pirineo. En cambio, nuestros guías tienen una gran ventaja: viven y están aquí, y pueden comprobar la evolución del tiempo y conocen el terreno mejor que los que miran fotos del satélite y revisan los modelos meteorológicos.
- Como verás, llevan en una mochila muy muy pesada. ¡Más que guía de barrancos, parecen mulos de carga¡. Cuerdas, bidón estanco, material personal… y lo llevan sin quitarse la sonrisa de la cara, charlando y sin una sola queja.
- Conocen la hidrología de los barrancos. Comprueban los efectos de las lluvias localmente, en los barrancos. Saben si de un año a otro se ha colmatado una poza, o han caído unos troncos en un salto. Ven día a día lo que hace el agua y saben anticiparse.
- Son personas simpáticas y chistosas. Te gastan bromas y cuentan chistes para que los más nerviosos no lo pasen tan mal y se distraigan antes de empezar la actividad de aventura. Incluso aunque tal vez no sea un buen día para ellos, como nos pasa a todos.
- Sin que tú no lo sepas, te alejan de peligros que tú ni siquiera has visto, para no ponerte nervioso. Se colocan delante de posibles peligros para desviarte de los mismos, y sin decirte nada para no generar tensión.
- Saben un montón de cosas sobre los barrancos y el entorno que estáis visitando. Así, además de una actividad de aventura, también aprendes de una manera más divertida que en el colegio: fauna, flora, geología, leyendas e historia.
Y todo velando por vuestra seguridad, y cuidando de que paséis un día inigualable, velando por vuestra seguridad y diversión. Y consiguen hacer que un día corriente para ellos se convierta en un extraordinario día para vosotros. Compruébalo tú mismo disfrutando con nosotros del descenso de barrancos o barranquismo.